jueves, 25 de febrero de 2010

Armonía de las Esferas

Los esfuerzos han sido ingentes. Continúan las inversiones para seguir construyendo grandes aceleradores de partículas, cada vez con mayor energía para poder romper partículas y para congregar científicos que intenten explicar los resultados experimentales mediante teorías ingeniosas. Ha surgido recientemente una teoría única que explica simultáneamente lo microscópico y lo macroscópico. Se ha denominado la Teoría del Universo o la Teoría Final.

La nueva teoría que parece explicar el comportamiento aparentemente contradictorio de lo microscópico y lo macroscópico no es otra que una versión ampliada y corregida de la Armonía de las Esferas de Pitágoras, quien observó que la nota emitida por una cuerda de la lira, su instrumento predilecto, era “proporcional a su longitud, a la raíz cuadrada de su densidad lineal e inversamente proporcional a la raíz cuadrada de su tensión”. Significa que densidad, tensión y longitud, cantidades físicas ajustables, determinan unívocamente la nota musical; y, al conocer la nota musical emitida por una cuerda, también se sabe los parámetros de longitud, tensión y densidad de la cuerda. Y no todo terminaba ahí. La música para los pitagóricos aliviaba la agresividad interior, facilitaba la armonía entre las personas, estimulaba la intuición y era factor de inspiración de ideas transformadoras.

La genialidad de Pitágoras lo llevó a descubrir leyes universales basado, al igual que lo hiciera posteriormente Newton, en la analogía, la intuición y la regularidad de los acontecimientos de la naturaleza. Pitágoras conoció en Egipto los sólidos regulares: tetraedro, hexaedro, octaedro e icosaedro. Cuatro sólidos que tienen sus caras iguales. El tetraedro, octaedro e icosaedro están formados por triángulos, figura geométrica de tres lados. El hexaedro o cubo está formado por cuadrados. La búsqueda de nuevas figuras sólidas fue tema de esfuerzos por parte de los matemáticos de la época. Ante la dificultad de encontrar nuevos sólidos, se pensó que eran los únicos, dada la coincidencia entre el número de sólidos y los cuatros elementos constitutivos del universo: tierra, agua, aire y fuego. A cada sólido se le asoció un elemento. Fueron los Pitagóricos quienes descubrieron un quinto sólido. El dodecaedro, figura sólida de doce caras pentagonales, desde donde se podía generar la estrella de cinco puntas mediante la unión alternada de sus vértices. Este descubrimiento, como veremos, fue el que llevó a los pitagóricos a considerar la integración del universo. Igual generalización hizo a partir de la música.

Un fenómeno cotidiano como la música y una relación entre notas musicales, con un alto contenido espiritual, dado el carácter sujetivo de sus efectos en el ser humano, le bastó a Pitágoras para encontrar la clave de la armonía universal, de todo lo existente. Pitágoras conoció en su viaje por el medio oriente los resultados de las investigaciones de los babilonios, obtenidas durante veinte siglos de observación juiciosa del cielo nocturno desde lo alto de sus enormes zigurats, sobre el movimiento periódico de los cuerpos celestes, la cercanía de los planetas a la tierra y la lejanía de las estrellas, la predicción de los eclipses de luna y sol, la repetición regular del panorama estelar durante el año y, en fin, la regularidad matemática de todos los acontecimientos del universo. Tuvo la fortuna de conocer las enseñanzas de sabios contemporáneos como Buda y Zoroastro. Su visión holística del universo y fiel al principio esotérico: “como es arriba es abajo; como es abajo es arriba” lo llevó a comparar el movimiento de los planetas o esferas, como se les llamaba, con las siete cuerdas de la lira. Por ello no dudó en afirmar que las esferas producían una armonía celestial a la que denominó “la música de las esferas”. Una pieza musical se construye siguiendo leyes similares a las que rigen el universo de los números. “Sabemos que las leyes secretas que regulan el cosmos y la naturaleza se ocultan tras puertas que se abren con una única llave maestra: la sabiduría” afirmaban los egipcios. No podemos oír la música de las esferas porque llevamos oyéndola desde el momento mismo de nuestro nacimiento y eso hace que la confundamos con el silencio.

1 comentario:

  1. wow!!

    Pitágoras es el matemático mas genial de todos los tiempos. Le da el sentido místico a lo que parece tan obvio: los números.

    Algún día alcanzaremos la luz interior si logramos entender la vibración de lo que nos rodea.

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